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Tuesday, May 3, 2011

LOS PARADIGMAS SOCIOCULTURALES Y SUS IMPLICACIONES EN EL DISEÑO DE ACTIVIDADES MEDIADAS POR LA TECNOLOGÍA


Existen diversos paradigmas que han sido tomados como referentes para el diseño de actividades que propicien el aprendizaje.  Estos paradigmas han sido abordados desde una perspectiva de la psicología del aprendizaje porque ha sido esta ciencia la que ha permitido establecer que mediante el aprendizaje se adquieren habilidades, conocimientos, valores, actitudes y reacciones emocionales (Ormrod, 2008a).
Fernández Cárdenas (2009) realiza una extensiva revisión de diferentes paradigmas desde la perspectiva de la psicología del aprendizaje y establece que el paradigma sociocultural es el que mejor se ajusta a los aprendizajes mediados por la tecnología porque abarca un amplio espectro de métodos y conceptos que son sensibles al “contexto, la cultura y la naturaleza situada del pensamiento” (p. 35).
Ahora bien, ¿por qué un paradigma sociocultural es una buena base para el diseño de actividades de aprendizaje mediadas por la tecnología?
Analizaremos esto con ejemplos de tres actividades mediadas por la tecnología y  los principios socioculturales que la apoyan: el uso de redes sociales, el aprendizaje móvil y la creación de foros en línea.
Uno de los principios básicos del paradigma sociocultural es que el contexto o el escenario sociocultural es el espacio por excelencia en el que se inserta el conocimiento (Cubero Pérez, 2005).  En ese sentido, las redes sociales mediadas por tecnología como Facebook ®, MySpace ® o Twitter ®, amplían las oportunidades de interacción porque el contacto entre estudiantes y entre estudiante y profesor es continuo (Hernández Requena, 2008) y mediado por un lenguaje multimodal.
El aprendizaje móvil ha sido definido por Tribal (2009) como una actividad que posibilita la asimilación, interacción y creación de información mediante un aparato digital portable y compacto que puede llevarse consigo de manera regular. La principal vinculación del uso de esta tecnología con un paradigma sociocultural es que motiva el aprendizaje activo porque permite que el estudiante dedique más tiempo al aprendizaje al interactuar con los contenidos accedidos a través de un teléfono celular inteligente (Burgos Aguilar, 2010).  Esto es especialmente importante para el aprendizaje porque se ha demostrado que mientras más tiempo se dedica a una actividad de aprendizaje, mejor se aprende, producto del sobreaprendizaje (Ormord, 2008b).
La creación, desarrollo y mantenimiento de foros virtuales dentro de plataformas tecnológicas para el aprendizaje tienen un fuerte elemento sociocultural. Los componentes clave del modelo pedagógico en que se fundamentan los foros virtuales, descritos por Xin y Feenber (citados por Lozano Rodríguez, 2010) hablan, entre otros, de involucramiento intelectual y de dialogo y motivación. Si partimos del hecho de que la construcción social del conocimiento esta mediada por las herramientas culturales que actúan en el proceso de interacción social, entonces es claro que un foro en el que se debaten ideas, se enfrentan posiciones contrarias y se llega a consenso a través del dialogo es una herramienta efectiva para propiciar que el conocimiento se construya y se co-construya.
Ahora bien, ¿cómo evaluar estas actividades desde un esquema sociocultural? ¿Cómo garantizamos que el aprendizaje ha ocurrido?
Valenzuela Gonzalez (2010) señala que uno de los grandes retos de la evaluación en sistemas de educación mediados por la tecnología, y muy especialmente en los de educación a distancia, es el prejuicio que existe por parte de estudiantes, profesores y la sociedad en general de que un sistema tecnológico no está adecuadamente equipado de discriminar de manera objetiva, confiable y segura aquellos aprendices capaces de los que no lo son. En ese sentido, propone siete prácticas de evaluación que pueden ser incorporadas en un sistema de instrucción a distancia: la aplicación de exámenes de manera presencial y de manera virtual, la co-evaluación, la autoevaluación, la asignación de tareas, y la evaluación de desempeño en foros de comunicación sincrónicos y asincrónicos.  Todas ellas presentan ventajas y desventajas: todas ellas se apoyan en . Será responsabilidad del tutor y de las instituciones educativas orientadas al aprendizaje mediado por la tecnología, las destinadas a apuntalar las ventajas de cada una de estas prácticas y a minimizar los efectos negativos que las desventajas podrían tener en el aprendizaje.
La observación anterior trae a colación un aspecto que hasta ahora no había sido tocado en esta reflexión: el papel de las instituciones educativas y los creadores de las políticas institucionales en la incorporación de las tecnologías de información y comunicación (TIC’s) en los procesos de enseñanza – aprendizaje.  Toda vez que se quiera lograr la incorporación efectiva de las TIC’s en el aula, el apoyo firme y sostenible de los creadores de políticas institucionales y educativas es imprescindible. A este respecto, Alanís González (2010), por un lado, ofrece una visión del manejo de la introducción de la innovación tecnológica en educación y Salinas Olivo (2010) por el otro, describe las condiciones organizacionales idóneas para favorecer la innovación en la educación.
A la luz de los aportes de ambos autores se puede afirmar que el éxito de la introducción de la tecnología está relacionado con los siguientes aspectos:
·         La gestión adecuada de los recursos y del soporte en las diferentes etapas de adopción de la innovación (inicio, crecimiento y madurez) de tal suerte que el soporte requerido para apoyar  a los usuarios de las innovaciones se compense con los recursos destinados para ello.
·         El aprovechamiento del capital intelectual disponible para el desarrollo de innovaciones
·         El desarrollo de una cultura organizacional que propicie el pensamiento orientado hacia la innovación
·         La efectiva administración de la tecnología implicada en la innovación.   
En conclusión, las actividades pedagógicas mediadas por tecnología digital se sirven de una perspectiva sociocultural del aprendizaje para su conceptualización porque:
·         Los avances tecnológicos propician el desarrollo de instrumentos de comunicación que viabilizan la interacción constante y continua de los miembros de una comunidad.  Las redes sociales posibilitan el conocimiento situado y distribuido; el aprendizaje móvil amplía las posibilidades de aumentar el tiempo que se dedica al aprendizaje fomentando así el aprendizaje autónomo y autorregulado; y los foros virtuales proporcionan un espacio de debate e intercambio de ideas que generan conocimiento construido de manera colaborativa
·         Es posible la evaluación de las actividades de aprendizaje siempre y cuando se establezcan practicas diversificadas y exhaustivas
·         Pueden encontrar apoyo en las instituciones educativas y los creadores de políticas institucionales ya que la efectiva administración de la innovación y la tecnología sienta las bases para su adopción y la generación de posiciones a su favor.


REFERENCIAS
Alanís González, M. (2010). Manejo de la introducción de la innovación tecnológica en educación. En V. Burgos Aguilar, & A. Lozano Rodríguez (Comp.), Tecnología educativa y redes de aprendizaje de colaboración (pp. 37-48). Distrito Federal, México: Trillas.

Burgos Aguilar, J. V. (2010). Aprendizaje móvil: El potencial educativo en la palma de la mano. En V. Burgos Aguilar, & A. Lozano Rodríguez (Comp.), Tecnología educativa y redes de aprendizaje de colaboración (pp. 171-204). Distrito Federal, México: Trillas.

Cubero Perez, R. (2005). Elementos básicos para un constructivismo social. Avances en Psicología Latinoamericana, 23(23), 43-61. Bogotá, Colombia: Fundación para el Avance de la Psicología.

Fernández-Cárdenas, J. M. (2009a). Las tecnologías de la información y la comunicación desde la perspectiva de la psicología de la educación. (J. Arévalo Zamudio, & G. Rodríguez Blanco, Edits.) México, Distrito Federal, México: Secretaría de Educación Pública/Dirección General de Materiales Educativos.

Hernández Requena, S. (2008). El modelo constructivista con las nuevas tecnologías: Aplicado en el proceso de aprendizaje. Revista de Universidad y Sociedad del Conocimiento, 5(2), 26-35. Recuperado de: http://www.uoc.edu/rusc/5/2/dt/esp/hernandez.pdf

Lozano Rodriguez, A. (2010). Moderación y facilitación de espacios de colaboración virtuales: La función del profesor tutor. En V. Burgos Aguilar, & A. Lozano Rodríguez (Comp.), Tecnología educativa y redes de aprendizaje de colaboración (pp. 151-169). Distrito Federal, México: Trillas.

Ormrod, J. E. (2008a). Definiciones y perspectivas del aprendizaje. En Aprendizaje humano (4ta Ed., pp. 3-11). Madrid, España: Pearson/Prentice-Hall.

Ormrod, J. E. (2008b). Antecedentes y supuestos básicos del cognitivismo. En Aprendizaje humano (4ta Ed., pp. 177-210). Madrid, España: Pearson/Prentice-Hall.

Salinas Olivo, P. A. (2010). Condiciones organizacionales que favorecen la innovación educativa. En V. Burgos Aguilar, & A. Lozano Rodríguez (Comp.), Tecnología educativa y redes de aprendizaje de colaboración (pp. 49-70). Distrito Federal, México: Trillas.

Tribal Education Limited. (2009). Mobile Learning. Recuperado el 2 de mayo de 2011de http://www.m-learning.org/knowledge-centre/whatismlearning  

Valenzuela Gonzalez, J. R. (2009). Evaluación del aprendizaje: Prácticas y usos de los recursos tecnológicos. En J. V. Burgos Aguilar, & A. Lozano Rodríguez (Comp.), Tecnología educativa en un modelo de educación a distancia centrado en la persona (pp. 377-420). México: Limusa.